A unos escasos días de haber culminado el foro mundial de habitat, ya se empiezan a ver los resultados.

23.04.2014 12:28
“Se acabó el reinado”. Es obvio que la relativa calma que abrigaba a la ciudad durante los días que duró el foro mundial de hábitat, era solo eso… Una sensación de tranquilidad para sonreír ante las cámaras y decirle a todo el mundo: No se preocupen que aquí no pasa nada. Como la madre que esconde sus niños mocosos y famélicos ante la visita de un “doctor” de la alcaldía o un demagogo politiquero, que viene siendo la misma cosa.
“Un lobo vestido de oveja”. Aníbal Gaviria, o el mago, como ya le llaman algunos, mostró las mejores cartas de la ciudad en el foro mundial de hábitat, hasta se atrevió hablar de inclusión, convivencia e inclusión de las comunidades empobrecidas. Pero luego que se marcharon los expertos y las organizaciones internacionales, y aprovechando la semana santa, arremetió de nuevo contra la comunidad del Oasis ubicada en el sector de Moravia. Fueron ochenta familias, trecientas personas desalojadas a la fuerza que fueron brutalmente agredidas por el ESMAD.[1] “Que vileza señor alcalde” que golpe tan rastrero a la palabra inclusión y al derechos a la ciudad. ¿Por qué no los desalojó en el marco del foro? Seguramente no querían que se enterasen que Medellín no es la ciudad que usted le dibujó a la comunidad internacional, que aquí los desalojos y la violación de los derechos humanos es el pan de cada día. Por qué no le dice de una vez por todas la verdad a las comunidades y al mundo. Dígales que el centro de la ciudad, porque no puede negar que el sector de Moravia está en el centro de la ciudad,  que estos suelos ya están concesionados a los gremios constructores, que dentro del Plan de Ordenamiento Territorial nosotros los pobres no podemos asomar ni vivir por esos contornos. No venga de nuevo con el cuentecito de la ilegalidad, que ese no es el problema de fondo. El problema real es que los gremios constructores que usted privilegia y representa, no se imaginan unas comunidades pobres cerca al centro de la ciudad. Esto sería incompatible con la ciudad innovadora y bonita que usted y otras administraciones le han vendido al mundo. Es claro que el plan vial de río encarecerá el valor del suelo y allí no cabemos los pobres, porque si hay algo irrefutable señor alcalde es que el apartheid en Medellín es una realidad de apuño. Aquí los ricos no se quieren juntar con los pobres, prefieren irse de la ciudad, o por el contrario, prefieren sacarnos de la ciudad.
Esta lucha constante de las comunidades por el derecho a la ciudad ya está generando acciones de resistencia legítima que usted reprime con sus escuadrones de atarbanes. Pero si no hay soluciones de fondo, no se concerta con las comunidades y no se garantiza el derecho al territorio, o mejor a la ciudad, para que no suene tan estridente a sus sordos oídos; el problema no solo va a continuar, sino que se agudizará, pues va a tener que desalojar a muchas comunidades que hoy se resisten a ser revictimizadas por el desplazamiento. Por lo anterior, lo exhortamos a que reconozca la mesa de concertación que las comunidades organizadas han venido fortaleciendo para entrar en diálogo con la administración que usted preside para buscar soluciones a esta problemática de ciudad.
 
Mesa por el Derecho a la ciudad
 “Por una ciudad sin hambre, sin miedo y con derechos”
 
Medellín 21 de abril del 2014